FOTO GRAFÍA
La fotografía se conoció desde sus inicios como una técnica basada en un dispositivo que permite representar de forma fidedigna las imágenes ya existentes: una suerte de ventana hacia un mundo objetivo. El fotógrafo, desde esta perspectiva, es un simple medio, un vehículo inocuo que acciona los mecanismos capaces de captar una realidad irrefutable. No obstante, al usar el espacio, los objetos que hay ante su lente, la luz y los diversos recursos con los que cuenta, el fotógrafo, en cada disparo, está dejando su propia mirada. Al mirar a donde todos miran, el fotógrafo ve algo distinto.
Desde hace varios años he estado experimentando algo diferente con mi cámara. A ese concepto/experimento lo denominé FOTO GRAFÍA y, a través de él, intento ser los más fiel posible a la etimología de la disciplina: graficar con la luz (del griego Phos: φως -luz y Graphis: γραφίς-escrituras). Básicamente, esta técnica consiste en enfocar una o varias luces y dibujar con el movimiento de la cámara las imágenes mentales que quiero crear. Las imágenes obtenidas no están en el espacio real que utiliza el fotógrafo convencional, sino en mi mente y en mi alma. El objeto a fotografiar no está en el exterior sino en el espacio interior. Los objetos son creados por una fuerza que se origina dentro de mí, son pensados sólo con el sentido de ser creados.
Entiendo que de ese modo, mis fotos se vuelven únicas e irrepetibles. A dos disparos, resultarán dos imágenes distintas. Siento que de esa forma logro establecer una mirada única y acercarme quizás al restablecimiento de aquello que Walter Benjamin llamaba aura. San Agustín pensaba que no podemos percibir la verdad inmutable de las cosas a menos que éstas estén iluminadas como por un sol. Esa luz divina, que ilumina la mente, procede de Dios: es la "luz inteligible", en la cual, por la cual y a través de la cual, se hacen luminosas todas aquellas cosas que son luminosas para el intelecto. En otras palabras, así como la luz del sol hace visible al ojo las cosas corpóreas, la iluminación divina hace visibles a la mente las verdades eternas. Simbólicamente esa luz divina evoca mi espíritu de una manera mística, que me ayuda a realizar los movimientos con la cámara para descubrir las imágenes que genero y asi encontrar una verdad muy íntima. Es así como en estas fotos se presentan formas desconocidas que son el resultado de un trabajo que hago en conjunto con las fuentes lumínicas, con su color y con su intensidad. Es inútil buscar formas preexistentes u objetos conocidos, dado que lo fotografiado es la propia luz como objeto en sí mismo y no como fuente iluminadora de otros objetos; y no existe lazo representativo que una a este particular objeto con formas ya sabidas. He podido así descubrir que dentro de un rayo de luz hay muchos tonos de luz (Tratado de Bendiciones del Talmud-Brajot 52b), hasta su unidad más íntima y pequeña: el quantum. Y así como expresaba el Rabino y Sabio Kabbalista Jaim Vital entendí que toda luz tiene un halo interno y uno externo que los veo al procesar mis fotos. Estas FOTO GRAFÍAS las he creado de noche en la oscuridad, usando como herramientas luces tales como la luna, reflejos en el agua, neón, etc. Estos trazos muestran lo invisible al ojo humano.

LA MANO DE DIOS
La Mano de Dios es un término utilizado desde hace mucho tiempo y que continúa teniendo vigencia actual.
Desde su mención en los textos bíblicos donde se narran historias de milagros como en el Antiguo Testamento ( Números 11-23, Ezequiel 3-14) y el Nuevo Testamento (Pedro 5.5-7) hasta la actualidad la expresión La Mano de Dios se ha utilizado de distintas maneras en forma muy frecuente.
Michelangelo la dibujó en su famosa pintura La Creación del Angel en el techo de la Capilla Sixtina alrededor de 1511, Charles Templeton titula así su libro de 1977 y hasta existen videojuegos y canciones con su nombre. Pero si algún evento actualmente asociamos a La Mano de Dios, es el gol de Diego Armando Maradona en la Copa del Mundo FIFA de 1986 en la ciudad de México en la victoria de Argentina frente a Inglaterra.
Para mi el describir algunas de mis fotografías en una serie llamada La Mano de Dios es otorgarle este nombre a imágenes que ocurren sin la participación del ser humano en forma directa, o sea que son fruto de fenómenos fuera del control del hombre. En la serie Mano de Dios incluyo actualmente dos tipos de fotografías que han captado mi fascinación por las formas que se logran, formas que el hombre no ha podido lograr ni superar.
Son fuerzas de un origen físico y por que no, hasta místico, que originan imágenes completamente distintas unas de otras y absolutamente irrepetibles. El primer grupo es el de la interfaces de agua y aceites y combustibles. Estas fotos las tomo cuando llueve y enfoco al pavimento donde se fusionan el agua de la lluvia y el aceite y combustible derramados por los vehículos que circulan en la ciudad en una alquimia real. Las formas e interfaces que se crean al amalgamarse estos distintos elementos son increíblemente bellas y se asemejan a numerosos objetos de acuerdo a la imaginación e interpretación personal del observador. Desde imágenes similares a mármoles en montañas y fósiles de millones de años a Nebulosas descubiertas en el espacio por los astrónomos. Interacciones físico-químicas que al activarse forman algo totalmente nuevo. Estos comportamientos aparentemente caóticos, son imposibles de predecir ni entender.

El segundo grupo es el de fotografías que tomo en la playa cuando el mar luego de subir en la marea, baja nuevamente y deja huellas en la arena, huellas que adoptan formas increíbles al ir secándose bajo el calor del sol. Estas formas y colores tan diversos crean patrones geométricos que atraen por su perfección y nitidez. Para mí como fotógrafo el captar imágenes que no crea el hombre es algo apasionante y me hace estar siempre alerta buscando en el Universo estas formas creadas de novo, donde la biofísica expresa su alma propia.

He mencionado agua, lluvia, aceites, arena, mar, sol que sumados a mi ojo y mi alma son los ingredientes que crean estas imágenes bajo una fuerza desconocida=La Mano de Dios.